¿Cuándo estoy obligado a usar VeriFactu?

Como seguramente habrás oído en las noticias, el Gobierno ha decidido posponer la entrada en vigor de la obligación de adaptar los Sistemas Informáticos de Facturación (SIF) y del sistema VeriFactu, cuya implantación estaba inicialmente prevista para el 1 de enero de 2026 en el caso de las empresas y para el 1 de julio de 2026 para los trabajadores autónomos.

Con la aprobación del Real Decreto-ley 15/2025, de 2 de diciembre, estos plazos se han ampliado de forma significativa. Según el nuevo calendario, la obligación de contar con un sistema de facturación adaptado recaerá:

• A partir del 1 de enero de 2027, para las entidades que presentan Impuesto sobre Sociedades.

• A partir del 1 de julio de 2027, para los trabajadores autónomos.

Este retraso responde a la necesidad de dar más margen a empresas, profesionales y desarrolladores de software para adaptarse correctamente a los requisitos técnicos del VeriFactu, un sistema que busca mejorar el control tributario y garantizar la integridad y trazabilidad de la información de facturación.

Es muy probable que muchos ya hayáis contactado con vuestro informático o proveedor de software para adaptar vuestro programa de facturación, y que ahora, con este cambio normativo, no sepáis si seguir adelante o esperar.

Nuestro consejo es claro: no os preocupéis.
Teniendo en cuenta que queda más de un año para que la obligación sea efectiva, no es necesario asumir ahora un coste adicional ni realizar una actualización inmediata de vuestro sistema. Lo más sensato es:

• Mantenerse informados sobre las especificaciones técnicas definitivas que publique la Agencia Tributaria.

• Planificar la actualización con calma durante 2026, cuando los proveedores ya tendrán versiones más depuradas y estables del software adaptado a VeriFactu.

• Evitar prisas y costes innecesarios en este momento inicial de transición.

En resumen, la prórroga ofrece un respiro importante tanto para empresas como para autónomos. Aprovechad este tiempo para informaros, planificar y, sobre todo, evitar actualizaciones precipitadas que probablemente tendréis que revisar de nuevo más adelante.